La alquimia es un campo que interesa a mucha gente, pero pocos conocen su verdadera historia y sus orígenes. La práctica de convertir metales básicos como el plomo en valiosos compuestos químicos se remonta a miles de años atrás. Pero, ¿por qué querría alguien hacer algo así? ¿Y cómo se relacionan estas prácticas con el esoterismo? La respuesta se esconde en un pasado más turbio, y todo tiene que ver con tres antiguas tradiciones: El cristianismo, la masonería y la alquimia.
¿Qué es la alquimia?
Como su nombre indica, la alquimia es el estudio de los compuestos metálicos. La palabra alquimia proviene del latín tardío alchimia, que a su vez procede del griego alkeimia, que significa «el arte de hacer». La palabra alquimia también está relacionada con la astrología, la geomancia y la alquimia.
Los orígenes de la alquimia
Los orígenes de la alquimia se encuentran en varias tradiciones antiguas, como el cristianismo, la masonería y la antigua India. En la alquimia cristiana, la creación del oro se consideraba una metáfora de la creación del Reino de Dios en la Tierra. El libro del Apocalipsis, capítulo 20, dice: «Veo el cielo abierto, y he aquí algo parecido a un Cordero, de pie a la derecha de Dios. Miraba, pues, hacia el cielo, y he aquí que un ser humano, revestido con las vestiduras de la luz, bajaba del trono, y allí, ante mí, había un espacio, como los filósofos terrícolas describían la tierra dividida en dos partes, la celeste y la terrestre. La parte celeste se llama cielo y la parte terrestre tierra.
Dibujos y pinturas alquímicas
La primera representación visual conocida de la alquimia es una pintura al óleo fechada hacia 1290. Representa al fundador del oficio, el maestro Abdullah, con su hijo y un grupo de otros hombres. La representación más famosa de la alquimia es el Samannim o Samadhi del Sol, pintado por Johannes Faendrung y fechado hacia 1440. Muestra al adepto de aspecto sumerio, vestido de blanco, sentado en un círculo con una luna creciente amarilla de fondo y rodeado de otros adeptos.
La primera obra publicada sobre el tema
En 1517, el médico, teólogo y alquimista alemán Johannes Calvin publicó un comentario sobre el Primer Libro de la Geometría de Euclides, que según él contenía el secreto para convertir los metales comunes en oro. En su comentario, Calvino describe cómo hacer que el proceso funcione, diciendo: «Prepárense los hods de un metal muy blando como el estaño o el zinc, como el plomo, y el recipiente en el que se va a fundir el metal base en forma de ladrillo o cubo, o cualquier recipiente de capacidad conveniente, para que los hods puedan pasar a través de él desde el exterior, y la masa del metal base sea fundida dentro».
Masonería y alquimia
En el siglo XVIII, el francmasón alemán Johann Weishaupt (1734-1815) popularizó la idea de una fraternidad deLos Illuminati, probablemente la más famosa de todas las asociaciones alquímicas modernas, era una sociedad secreta basada en los principios de secreto y autodeterminación. Fue creada en 1776 en Baviera, Alemania, y su propósito era seguir el ideal Illuminati de anticlericalismo, internacionalismo y secularismo.
Las afirmaciones de los alquimistas modernos
Hoy en día, las reivindicaciones alquimistas pueden encontrarse en la ciencia ficción, la fantasía y las películas de terror. Sin embargo, aunque estos medios presentan la alquimia como una ciencia, no reconocen sus orígenes en la religión. La forma moderna distorsionada más común de la alquimia se conoce como la «nueva» o «materialista» alquimia, que es el resultado de una larga historia. Mientras que la «nueva» alquimia cree en el poder del oro para resolver todos los problemas, cuyos orígenes se remontan al siglo III d.C., la alquimia «antigua» o «sagrada» sostiene que el oro es el elixir de la vida y el más potente del Cielo y la Tierra.
Conceptos clave de la alquimia moderna
La mayoría de los textos alquímicos utilizan un sistema de tres niveles para describir las diferentes etapas de la producción de oro. La primera etapa es la de la sublimación o «alma», en la que el metal base como el plomo se transforma en el metal oro. La segunda etapa, la del «cuerpo», es el proceso por el que se crea el oro dentro del recipiente en el que se sublima el plomo. La tercera y última etapa, la de la «mente», es el resultado de la fusión del oro y el recipiente en el que se produce.
Palabras finales: Crea tu propia suerte
Lo más importante que puedes hacer para convertirte en un alquimista es crear tu propia suerte. Cuanto más confundido estés sobre tus orígenes, más abierto estarás a la oportunidad de crear un destino diferente.